sábado, febrero 10, 2007

¿Qué sucede con Pequeño Nietzsche?

Alguno se preguntará qué demonios sucede con ese muchachito travieso que recorría las calles de Paraná, recolectando datos y caras extrañas, para luego despacharse contándolas en este, su pequeño y humilde blogcito. ¿Qué carajo pasó con Pequeño Nietzsche en todo este tiempo?. Se pegó una gran borrada, eso es cierto.
La mayoría lo justificará diciendo "Bueno, está estudiando". No, señores. Eso no es justificativo.
Además, está estudiando hace apenas un mes, mas o menos... Y hace ya mucho más que no se ve una verdadera aventura por acá...
Encima, pretende contentar a su público con una cantidad insoportable de reflexiones pseudo filosóficas que no le interesan a nadie más que a él, lo que se demuestra en la irritación de los lectores que propugnan por la vuelta a lo simple, a la aventura cotidiana (y por supuesto, también están los melancólicos que recomiendan, algunos con más sutileza que otros, que lo mejor es que este chico vuelva a postear fotos comentadas, y nada más...).
Lo cierto es que hay una razón mucho más simple para entender esta inactividad: Pequeño Nietzsche terminó su vida de rutina (facultad, idioma, etc) a mediados de Diciembre.
¿Qué tendrá que ver esto, se preguntará? Todo
Este no es un blog cualquiera. Es una recopilación de Verdaderas Aventuras...
Cuando uno ya no está bajo el asfixiante yugo de la vida cotidiana y rutinaria, "normal", está en lo que se dice, vacaciones.
En las vacaciones, todos tenemos aventuras (¿quién no?). Pero este tipo de aventuras, que el mismo Pequeño Nietzsche ha llamado "Charles Dickens para el pueblo", no son las que interesan contar aquí. Sobre todo, porque son el tipo de aventuras que realmente le interesan a la gente, cosa que tampoco busca el blog. Este es un lugar diferente, es un lugar "outsider" por naturaleza. No se va a encontrar acá nada para la multitud...
Eso explica suficientemente, también, la aparición de esa cosa amorfa que se llamó (y que se sigue llamando, porque recién empieza, y piensa seguir...) "El abecedario de Pequeño Nietzsche". Porque por más refrito que suene, pensar es una aventura... y ciertamente, es una aventura que cada vez le importa a una menors cantidad de gente.
Por lo tanto, si quieren aventuras "normales", les recomiendo una buena tarde de mate y biozcochos con un/a amigo/a en el Parque... Pero si lo que quieren son Verdaderas Aventuras, sean pacientes...