viernes, mayo 25, 2007

Un bajón de onda (musical)

Me encontraba yo, pequeño cúmulo de esperanzas, perdido en una multitud de egos tan molestos, que necesitaba alejarme un poco. Mi corazón nietzscheano me reclamaba soledad, a gritos. Aprovechando una oportunidad, salí a caminar por un verde espacio. Estaba situado geográficamente en los alrededores de la Universidad Nacional del Litoral. El solcito atraía, y despues de estar mas de dos horas sentado, la caminata por ese pequeño espacio verde se me aparecía como una opción inmejorable. Caminaba solo, tranquilo. Escuché de repente, melodías de piano. Como buena bestia tranquilizada por la música, me acerqué al lugar de donde provenía. No podía ver quien tocaba: el sonido provenía del interior del edificio, en una de sus aulas, en el primer piso, donde al parecer estaba la parte de Música de la Universidad. Caminé por las inmediaciones de ese lugar, escuchando la melodía. Era de un tono de música clásica, aunque no reconocí la pieza. Era muy interesante, tranquila, y muy bien interpretada. La canción siguió, el piano hablaba sin cesar y yo lo escuchaba atentamente. Pensaba en los grandes que hablaron y discurrieron sobre los efectos metafísicos de la música: Nietzsche, Schopenhauer, Hegel...Miraba yo el sol, la tarde ya se iba y el momento se me hizo muy agradable. Sonreí. Y seguí escuchando. De repente, el músico que estaba tocando, se detuvo.
Silencio.
Cuando pensé que ya no iba a reanudar su interpretación, comenzaron a sonar de nuevo, acordes de piano. De haber sabido lo que se venía, hubiese preferido que no siguiera. El comienzo de la canción era inconfundible:TÁ ta tatatataTA tÁta tatata tata tá tatatá tatatá tata...
"El bombón asesino", de Los palmeras... Pasamos de la musica clásica a un grupo santafesino de cumbia. Mis manos buscaron mi cara, y me empecé a reír, pero creo que para no llorar. Huí despavorido de allí... No soporté los ruidos de vómito de Nietzsche, Hegel y sobre todo, de Schopenhauer...