lunes, octubre 02, 2006

Cuando Pequeño Nietzsche conoció a LeeVon Kennedy...

Ni siquiera sé si se escribe así... y juro que jamás, pero jamás jamás me imagine que los oscuros senderos de la vida me podían llevar a, en alguna circunstancia, escribir sobre este cruento personaje. Pero aquí estoy...
Para quienes no tienen ni idea de quien es LeeVon Kennedy es una mujer, residente en Argentina, que dice ser hija de JFK. Parece que también está metida en la adivinación y la brujería. Pueden visitar su pagina quienes quieran: http://www.leevonkennedy.tv/ vayan a la sección "La artista", ahi hace un recorrido por su vida, jeje. Es una tarada. Pero así y todo, tiene un artículo en wikipedia... Increíble.
Es extravagante (le guste a quien le guste, lo es...); mujer grandota, pinta de trava, acento raro, y labios como un hígado cortado para milanesas.
De vez en cuando sale en la tele, haciéndose la fina.
Tiene de glamour lo que yo tengo de canadiense. En fin, es increíble que una persona que dice haber hecho tantas cosas alrededor del mundo (dice haber modelado para Armani, hecho mas de 70 recitales en vivo, incluso con Tina Turner, y muchos etc...) iba a encontrarse conmigo en tal situación.

Estaba yo a punto de salir de mi casa una siesta, eran cerca de las 16 y salia tarde. Estaba apurado, y justo tocan el portero. Atiendo, pregunto quien es, y con voz rara me dicen "Hola... vengo a obsequiarte el regalo del dia de la madre para tu mamá...".
Silencio.
Le contesto: "Aja..." (como para que siga el discursito)
Silencio de nuevo...
"Ya va"
Bajo las escaleras, y por un vidriecito de la puerta de casa, veo mas o menos una masa pseudohumana de colores brillantes a la luz del sol de la siesta paranaense. Una mezcla de rosados y amarillos, con unos anteojos grandes que delataban que por ahi abajo tenía que haber algo asi como un par de ojos.
Abro la puerta, y la veo. Era ella. Para mi, era la mismísima LeeVon Kennedy, que venía a mi domicilio a ofrecerme perfumes baratos. La charla no fue muy fluída, yo estaba tratando de aguantarme la risa, y eso no se combina con el habla (o puede resultar desastrozo). Me dijo su nombre (que no recuerdo, sobre todo porque para mi, me diga lo que me diga, era LeeVon Kennedy). La muy reventada me dijo que el perfume podía ser para mi mamá "o mi señora"...
Ahi nomas perdimos amistad, y le agradeci pero que no estaba en condiciones económicas, que no le quería hacer perder más tiempo y tal vez la próxima, mucha suerte, nos vemos.
Ella se fue. Como yo también me estaba yendo de mi casa, cuando salí pude ver que todavía estaba a unas casas de mi humilde morada, caminando lento bajo el sol que rajaba.
Cerré la puerta al salir, fui por enfrente y le di un vistazo de costado cuando pasé por donde estaba.
Ese fue mi encuentro con LeeVon Kennedy...